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Carga mental

¡Hola amiguitas!



¿Habéis escuchado hablar alguna vez de la carga mental? Os aseguro que casi todas vosotras la sufrís, y las que no sois todas unas afortunadas, ya nos comentaréis como lo hacéis.

Partimos del hecho de que las mujeres solemos cargarnos a nuestras espaldas el peso de la crianza, que desde luego ahora es compartido, pero creo que no lo suficiente y os diré por qué.




Vosotras me diréis que vuestras parejas se hacen cargo de los niños también (NO nos ayudan, ojo, colaboran con la crianza porque es cosa de dos) pero no me digáis que a veces no parecéis sus jefas.

¿Cuántas veces os han preguntado que les dan de merendar, cuanto apiretal hay que darle (teniendo que haberle dicho antes que le toca YA) qué hacen de cenar o qué deben de hacer con los peques? ¿Cuantas veces no habéis ido a decirles que se los lleven al parque y no los vistan como payasos (o en su defecto dejarles la ropa preparadita) les habéis organizado el día entero cuando no estáis, incluso desayuno, comida y merienda? ¿Cuantas veces no habéis hecho unos horarios detallados, dignos de la mejor o el mejor organizadora/or de la tierra, para que no os llamen cada media hora para ver que es lo siguiente que deben hacer o, en su defecto, para evitar llegar a casa y encontraros el mayor de los desastres? Lo que se ha de hacer, lo que no, lo que se debería y lo que está prohibido, analizando las mil variantes que pueden surgir durante el rato que no estéis para dejarles claro la forma exacta de proceder en cada momento (si llora, tal, si no llora esto otro, si se mueve mucho esto y si esta paradito esto otro, si llueve hacéis tal cosa y si lo que hace es sol deberíais hacer esto. Si duerme por favor haz tal cosa y si no duerme prueba a hacerlo así y un largo etc)


¿Habéis estado muchas veces viendo una peli y os habéis descubierto a vosotras mismas dándole vueltas a lo que hay que llevar mañana al cole, que la niña tiene una tos rara y que no sabéis que le pondréis para desayunar al peque y al mirar al lado os habéis encontrado a vuestra pareja como un tronco sin más preocupaciones?


A todo eso se le llama carga mental, chicas.

Cuando no puedes desconectar ni un momento porque tienes que pensar mil cosas que nadie más va a pensar ¿Y sabéis que más pasa con la carga mental? Que es silenciosa e ingrata, porque solo tu sabes el trabajo que cuesta ser la organizadora oficial de casa.

Cuando tu llevas TODOS los temas del cole de tus peques, alimentación, médicos, problemas, día a día, medicaciones, ropa, lo que les falta, lo que tienes que comprarles, que se les ha roto tal pantalón y hay que coserlo, que ya le va pequeño el bañador, que en colegio te han pedido que mañana lleves revistas para hacer recortes, que de aquí dos días le pondrán las vacunas al otro, que hay que pedir y comprar la siguiente dosis porque te han dicho que es muy importante, que últimamente se pone malito muchas veces y tienes que buscar algo que active sus defensas, que a la perrabasurillas le toca veterinario, que hay que devolver el libro a la librería durante la semana, que a ver como te lo montas mañana porque tienes que entrar antes a trabajar y tendrás que llamar a tu madre para que te ayude y reorganizarse para llegar a por el otro, que no queda desodorante ni lechuga y un larguísimo etc de todo lo que tenemos en la cabeza y que no para de rondarnos sin dejarnos descansar. Y que si trabajamos fuera de casa, salimos del trabajo y seguimos en casa sin parar, pero si no trabajamos fuera de casa es lo mismo, porque parece que nosotras nunca tenemos derecho a desconectar.

Imaginaos ahora, al fin en casa, dándole órdenes a todo el mundo de lo que se tiene que hacer y se supone que ya tendrían que saber:

"Papá, asegúrate de que los niños recojan los juguetes, llena la bañera y mete a los niños, luego sal y remueve la olla mientras yo preparo la ropa, después habrás de sacar al perro, porque yo fregaré los platos y sacarás a los niños. Recuerda, debes ponerles crema de cuerpo, de cara, que no se te olvide ponerle el body al pequeño. Te lo he dejado todo preparado en el bidet. Este pantalón es del mayor, no te confundas. Sí, hoy les toca pelo (porque aunque les duche todos los días no sabe cuando les toca pelo todavía, que eso es cosa tuya, amiga) Cuando acabes no te sientes, poner la mesa, ayuda al pequeño y pon agua al perro".

"Niños, recoger estos juguetes y a la ducha. Quitaos la ropa solitos, que sabéis. No salpiquéis de agua hasta el pasillo. Cuidado con el jabón. Acordaros de decirle a papá que os ponga la crema. Fijaos bien que llevéis vuestro pijama y tú, el body. Cuando salgáis llevar vuestra ropa a lavar y poned la mesa, enseguida cenaremos".


Y mientras pasan todas estas cosas tu estás de nuevo ahí recordándoles lo que deben ir haciendo, y a la vez haciendo mil cosas que las que tenías planeadas en un principio, porque mientras les preparas la ropa del día siguiente te das cuenta de que la ropa está removida, así que te pones a ordenarla, te falta ponerles la ropa de la piscina y a todas éstas habrías de poner una lavadora y al ir hacia la cocina te encuentras en el suelo mil papeles que nadie se ha agachado a recoger porque tu no les has dicho que deben hacerlo, que parece que todos tengan huesos en la tripa menos tu.

¿¿En serio?? Papá ha terminado lo que le has dicho y se ha sentado y tu sales echando humo porque no ha peinado a los niños y no ha cogido el secador, aunque lo hace todos los días, pero es que tu no le has dicho que debía hacerlo y llegas a la cocina y ves que se ha salido la sopa y se ha pegado la carne porque estabas tendiendo la lavadora y allí nadie huele nada, porque las glándulas pituitarias las tienen atrofiadas, aunque probablemente sea tu culpa porque no les has "organizado" ese itinerario en su horario y no le has ordenado que vigilase la cena, que no debía quemarse, igual que tampoco les has dicho que vengan a por ella.

Y eso bonitas, es la carga mental. Y aunque sea, en parte, una situación exagerada la que he expuesto, la mayoría de nosotras, sino todas, la sufrimos en parte. Mientras ellos llegan de trabajar y ya han hecho su faena de hoy, la nuestra continúa hasta cuando dormimos.

El niños se despierta y la mamá dice orgullosa: "pero el que se levanta es mi marido..." ajá, seguro que sí ¿Pero cuantas de esas mamás no se habrán tirado media hora haciéndose las dormidas para que se levante él, o empujándolo y pellizcándolo hasta que se despierta y va a por el niño?


Porque ellos ponen el cerebro en modo automático y solo hacen lo que se les va ordenando, y por orden, no se paran a pensar que quizá podrían hacer esto otro, porque lo de pensar por si mismos ya lo han hecho durante su jornada laboral ¿Lo peor de todo? Que después te digan: "Es que eres una mandona" O "Es que te gusta mucho organizar" O "Es que las cosas siempre tienen que hacerse a tu manera" ¡Encima! Si hicieses las cosas no tendría que decirte que hay que hacerlas, caradura... Y nada me gustaría más...



Os explicaré lo que me trae a mi de cabeza: el rollo de cartón del papel wc, la ventana y persiana y los tapers y nevera... ¡Ay dios mío, ya no se que hacer! En casa NADIE (salvo yo) tira el cartón del papel wc... He hecho de todo, incluso he llegado a meterle cartones y cartones debajo de la almohada a papadesquiciado, ¡Miles de cartones en la cama y ni se ha enterado!

También he dejado cartones y cartones sin recoger en el lavabo, he hecho torres altísimas con ellos en la pica, pero nada. Eso me consume un poco cada vez que voy al lavabo y lo veo ahí (si tenéis la solución decírmela)

Lo segundo, la ventana. Si papadesquiciado se despierta después que yo, NUNCA abre la persiana ni la ventana. Se lo digo por activa y por pasiva, a veces incluso le despierto antes de irme y le digo: "Acuérdate de abrir la persiana y la ventana al levantarte"

Y ahí llego yo después y me da la hostia de realidad, persiana bajada y ventana cerrada. Y no hay manera chicas... ¡Es que me desquicia entera!

La tercera los tapers... No es difícil de entender que lo que sobra debe ir a un taper y a la nevera, sino puede estropearse ¿Verdad? Pues nada, que si no le digo: "Mete estas sobras en un taper y a la nevera" No lo hace. Es desesperante ir a la cocina al día siguiente y encontrarte las sobras de la cena en el mismo plato... Y en la encimera...



Recuerdo la primera vez que le hablé de la carga mental. Dijo que tenía razón y que debía ponerse las pilas, y a las dos horas salió de la cocina para decirme que se iba a poner a hacer la cena y preguntarme que hacía de cenar... Casi le fulmino con la mirada.

Si todas estas cargas mentales realmente las hiciésemos al 50%, como se supone que se deberían hacer, estaríamos menos desquiciadas y podríamos ver también de vez en cuando una película tranquilas sin pensar en nada más. Es difícil dejar hábitos atrás y empezar a actuar de otra manera, pero sería tan necesario para nuestra salud mental que deberíamos darle una vuelta a ver por dónde podríamos empezar.

¿Qué pensáis de esto chicas? ¿Vosotras también la sufrís? ¿Tenéis ideas para empezar a colaborar 100% realmente en casa? ¡¿¿Sabéis qué puedo hacer para que tiren el maldito cartón del wc a la basura??!

Hijotada de hoy:

Conversación con mamadesquiciada: - Mamá, quiero agua - Pues ya sabes donde está, ¿O es que no tienes manos y pies? Conversación a los 5 minutos con papadesquiciado: - Papá no veo la tele, tengo la botella en medio - Pues hija, muévela - ¿Y no puedes hacerlo tú o qué? ¿Qué pasa, que no tienes manos y pies?

¡Hasta otra amiguitas!