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Cumpleaños infantiles

¿Os gusta hacer fiestas de cumpleaños en casa? ¿Nunca habéis hecho una? ¿No sabéis lo que es eso ni lo que significa? ¿Sabéis que vuestra salud mental está en juego? ¿No entendéis que vais a currar más que en toda vuestra vida? ¿Sabéis que os dejaréis una pasta en cuatro cositas? Pues, cómo vuestra amiguita desquiciada favorita, hoy vengo a explicaros lo que os podéis encontrar, para que después no me digáis que no os avisé.


Nosotros solo hemos hecho una, repito: UNA. Imaginaos sí acabé hasta el papo para no repetir.


No os penséis que va a ser barato, nada más lejos de la realidad.

Muchos papás optan por la fiesta en casa porque creen que es la opción más barata, pero NO, os va a costar una millonada. No os preocupéis, no os voy a dejar a la deriva perdidos, os voy a explicar exactamente lo que os vais a encontrar y por supuesto daros algunos TIPS para sobrevivir a ellas.



Globitos infantiles con helio, divertidísimos

Lo primero y MÁS importante, el dinerito: Los peques quieren TODO de sus personajes favoritos: manteles, vasos, platos... Vaya, la decoración en general (incluidas las guirnaldas y la piñata, TODO) También deberíais tener en cuenta que algún globo hay que comprar, sobre todo alguno hinchado con helio, porque sois así de tonticas.

En nuestro caso todo era de Lady Bug, un globo gigante de unicornio y un globo normal para cada niña (alguno más por si acaso) ¡Ya veréis que risas para llegar a casa con ellos!

A nosotros nos caía el diluvio universal y hacía un aire joputa que meneaba los globos de un lado hacia otro, dándole golpes a todo el que pasaba por nuestro lado. Nunca hemos tenido que pedir tantas disculpas seguidas.

Por supuesto llegamos calados, porque globos y paraguas no son amiguitos. Así que si tenéis suerte os pasará algo parecido a eso, nosotros nos lo pasamos pipa (NO)



Además compras todo y luego lo montas tú

Sobre todo, no os olvidéis de las bolsitas de regalo.

Dichas bolsitas suelen estar compuestas por juguetitos absurdos que nadie quiere y que se rompen con solo mirarlos. Valen un ojo de la cara. Suelen tratarse de pulseritas malas, anillos aún peores, botes de pompas enanos que no sirven pa' na', pelotas (sobretodo pelotas), cochecitos, más globos, silbatos (que ya hay que tener mala leche, pero no os olvidéis de los silbatos. Es lo más importante), medallas, y un largo etc. Hay más opciones que pelos en la cabeza, pero todas igual de malas. Aún y así es un imprescindible, no las olvidéis.


Como opción complementaria podéis comprar accesorios para el pelo. Estos pueden ser diademas de personajes (como orejitas de Minnie) o de cosas que les encanten. En nuestro caso fueron unas diademas de unicornio monísimas, dificilísimas de poner, y que no les aguantaban en la cabeza ni cinco minutos.



La piñata es casi obligatoria

Una piñata nunca debe faltar (como ya os he dicho de su personaje favorito, que seguro que tenéis suerte y es LA MÁS CARA de la tienda)

Nosotros la rellenamos de chuches y confeti.

Las chuches porque somos muy malos padres y de vez en cuando no nos importa meterles un chute de azúcar en vena y el confeti porque tenemos un problema de gilipollismo extremo y nos gusta barrer y que durante semanas sigamos encontrando confeti hasta debajo de los muebles.





Por último la comida. Aquí piensas: En esto sí que me voy a ahorrar un dineral... Y bueno, sí... Pero no.

Dicen que el tiempo es oro ¿No? Pues mucho oro es el que vas a gastar, te lo aseguro. Para empezar tendrás que hacer los bocadillitos. Cuantos más invitados, más bocadillos y más tiempo, pero tú siempre haces de más por lo que pueda pasar.

Has comprado un poco de todo, porque igual a las niñas no les gusta esto o lo otro, así que te has llevado a casa una variedad de embutido que da miedo, el bote grande de nocilla por lo que pueda pasar, queso, bolsas de patatas, pastitas variadas, fruta (no vayan a pensar que no sois personas sanas aunque no la comáis en todo el año) y cuatro tonterías más que has ido viendo por el súper y que te ha parecido una idea excelente.

El resto lo dejo a vuestra imaginación. Los hay que se lo curran más y ponen hummus con verduritas o cositas así. Ya os adelanto que nosotros NO, ni de coña, vamos.


No olvidéis la bebida: cacaolat, zumos y agua. Pero OJO, la cosa cambia si la fiesta es con padres, porque entonces también tendrás que meter en el carro unas cervezas, cocacola, fanta y limón a ver si lo que les gusta es la clara, y sufres un colapso en medio del súper porque a ver si debería de coger también vino y gaseosa, o vozka y wisky, o van a preferir un Gin Tonic, pero van a pensar que somos unos borrachuzos... Quizá mejor cojo café y punto, pero alomejor se creen que somos unos ratas (ahí ya vienen las convulsiones por estrés)


Ya lo tienes todo, y llega el día DC (del cumple)


Como si lo hubieses hecho toda la vida te metes en la piel de una súper decoradora, que ha de quedar todo muy mono (con el dineral que te has dejado)

Cuelgas esto aquí, esto allá, te peleas con tu pareja porque lo hace todo rápido y de cualquier manera y no se lo curra nada, y sino mira esa guirnalda que ha quedado torcida, que ya te vale descuelga eso de ahí y haz el favor de ponerla bien, que todavía no ha empezado y ya me estás dando el puñetero cumpleaños...


La logística de hacer bocadillos no es mucho mejor, porque a ver, te he dicho que hagas cuatro de chorizo, cuatro de salchichón y cuatro de queso, y has hecho dos de chorizo, tres de salchichón y cuatro de queso, y entonces algún invitado se queda sin, haz el favor de fijarte en lo que haces.



No alucinéis, no os va a quedar así de mono

Ya está todo colgado, la comida puesta en la mesa, te alejas para ver tu obra de arte y... Vaya desastre, que mal ha quedado, a quien se le habrá ocurrido colgar eso ahí, tan cerca de la piñata, que queda fatal, pero ya es tarde porque... Suena el timbre

¡Primer invitado! ¡Qué emoción! Tu hija salta de alegría, y coge a su amiguita de la mano y se va corriendo a enseñarle la casa.

Este proceso se repite tantas veces como invitados tengas.

En nuestro caso les dijimos a los papás que se fuesen, porque las dimensiones de nuestro piso no admiten a 8 niñas locas de 5 años disfrazadas de súper heroínas y todos sus padres. Pero ahora con esto del coronavirus lo tenéis más sencillo. No necesitáis más excusas para que no entre nadie más que vuestros pequeños invitados.

OJO con esto: Muchas veces tendrás invitados inesperados. Suelen ser hermanas de amiguitas de tu hijo-a, de las que no has tenido constancia hasta ese mismo momento, y para la que no tienes bolsita de regalitos.



¿Cuál vas a elegir? ¿El caro o el más barato?

No os olvidéis del pastel, eso es lo más importante de las fiestas de cumpleaños (eso, y las velas)

Aquí tenéis dos opciones: O gastaros un dineral en pasteles súper cuquis personalizados, o ir al súper y coger el que tenga mejor pinta y dejaros de rollos, total, va a sobrar más de la mitad.

Las velitas también son un desafío, podéis imaginaros que también las quieren de sus personajes favoritos, con bengalitas y todas las tonterías que existan en el mercado en ese momento. Yo siempre cojo las de la tienda de 20 duros, esas de colores que tienen ojos.



Os daré un consejo (no va a ser el único) que no vais a poder rechazar: Cerrar la puerta de vuestra habitación, no cometáis nuestro mismo error.


La verdad es que nosotros somos un poco hippies en ese sentido y no nos importa que las niñas salten en la cama, recuerdo que a mi me encantaba y no me dejaban. El error es cuando se meten ocho niñas locas con sus globos de helio que tu hija, amablemente, les ha dado nada más entrar por la puerta, y te desconchan el techo de los golpes (pero de esto no te darás cuenta hasta más adelante)


Otro consejo que os voy a dar es que les enseñéis el lavabo nada más entrar, y darles la confianza suficiente como para utilizarlo sin problema, porque sino corréis nuestra suerte: que una de ellas se haga pipí saltando en vuestra cama y os informe vuestra hija a gritos.


El siguiente consejo es que cuando le deis ropa limpia de vuestra peque y la llevéis al lavabo para que se cambie y se limpie, y acabe de hacer pipí, ayudarla un poquito y aseguraos de que se sienta bien el wáter, en vez de iros a cambiar las sábanas mientras tanto.


Ahí, cambiando las sábanas, me di cuenta de que habían trocitos de techo en la cama, y al mirar arriba me di cuenta del maravillo milagro de descubrir que tu techo está a topos. Pero no pasa nada, aunque te arrepientas ya es tarde, no puedes ya prohibirles el paso a esa habitación porque ya es tarde ¡Hay que apechugar con los errores y tirar pa'lante!

De mi segundo error me di cuenta pronto, cuando fui a meter la ropa mojada de la amiguita de absorbigirl en una bolsita y vi que el lavabo estaba totalmente inundado en pipí... Eso también fue divertido (NO)


Cuando acaba la fiesta solo os quedará tiraros horas recogiendo, barriendo, fregando, sacando trozos de techo de la cama (por no cambiar las sábanas de nuevo) encontrando sorpresitas en todas las esquinas y comprobando que, efectivamente, os habéis pasado con la comida y durante dos días vais a comer bocadillitos de embutido y queso, pastitas bien pasaditas y toda la fruta que no han probado y que probablemente tú tampoco quieras comerte (porque en una fiesta de cumpleaños lo que menos hacen es comer)


Así que si al final decidís hacer una fiesta de cumpleaños... ¡No me digáis que no os avisé!


¿Habéis hecho fiestas de cumpleaños infantiles en casa? ¿Qué opináis de ellas? ¿Las odiáis tanto como yo? ¿Tenéis alguna anécdota para el recuerdo?


Hijotada del día:


-Mira mamá, me daba miedo que me tocaras el diente, porque tú siempre dices que eres una bruta, y es verdad mamá, eres muy bruta.


¡Hasta otra amiguitas!








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