Tercer embarazo
Si os pensabais que un primer embarazo era difícil y que un segundo embarazo era más cansado, hay que vivir un tercero para saber lo que es bueno...
Con el segundo vi las ventajas del primero: Uff, podía sentarme cuando quisiera y nadie dependía de mi, si no quería cocinar no lo hacía, y si no me apetecía salir a la calle no salía...
Ahora con el tercero veo las ventajas del segundo y que creí que no existían: un segundo embarazo es todo tranquilidad y descanso comparado con esto.

Aquí dos seres impacientes y egoístas dependen totalmente de ti, y siempre les surgen urgencias que no pueden esperar cuando por fin te sientas.
Me siento: Tengo mucho pipí.
Me siento: Necesito comer o me desmayo mamá.
Me siento: Tengo caca.
Me siento: Por favor, ¡Ayúdame! No encuentro ese juguete que quiero tanto y que necesito en este mismo instante aunque lleve meses sin hacerle ni caso.
Me siento: ¡Agua! ¡Muero de sed!
Me siento: ¡No alcanzo eso! ¡Ayúdame!
Me siento: La perra tiene sed y está empujando el plato hasta el pasillo. Parece que nadie más que yo lo escucha...
Y así hasta el infinito.
No creáis que funciona lo de: "voy a sentarme, si necesitáis algo decirlo YA"
En el momento en el que tu culo roza el sofá, por obra divina o por arte de magia aparecen todas esas necesidades que un segundo antes no existían.
Esto es así en esta casa y en todas las demás casas del mundo, y si alguien os dice que en su casa no pasa, os miente vilmente.

Otra de esas diferencias es mi odiado parque: como os podéis imaginar no es lo mismo arrancar a una niña de él que a dos.
A dos es humanamente imposible, si alguien lo ha conseguido alguna vez sin entrar en un drama inacabable ha conseguido un hito increíble.
Y ya no hablemos de pronunciar esta frase: "mamá hoy está muy cansada y no habrá parque" Vamos, ¡Imposible!
Y ahora añadamos dos pluses al tercer embarazo:
El primero: Trabajar (y no quiero decir con esto que las que no trabajan lo tengan más fácil, que por no ir a un sitio a trabajar no significa que no lo hagáis igualmente)
El segundo: Tener a las niñas desperdigadas en sitios diferentes.
Esos son mis pluses.
Yo saldría de trabajar y me iría directa a casa a merendar, sentarme y rascarme la barriga un ratito, pero no...
Ahora salgo de trabajar, voy a buscar a Minilapa a casa de mis padres y cuando consigo arrancarla de ahí (que no siempre es fácil), corro a buscar a Absorbigirl al cole y, por supuesto, después vamos al parque.
En el parque no me puedo sentar, porque todos aquí sabemos que Minilapa es un torbellino imparable.
Para los que aún no la conozcáis mucho os la resumiré en una anécdota que muestra su pura esencia:
El otro día me despisté un segundo y cuando me quise dar cuenta estaba colgando de un solo brazo de un puente de la estructura de juegos del parque .
Vamos, imposible estar sentada con ella...
Después ya me arrastro hasta casa y empezamos con la lucha de las duchas, de "saca todo de la mochila y prepárate lo de mañana", de las cremas, los pijamas, los platos, las cenas, los "tengo hambre", los "no cojas ahora patatas o galletas que enseguida cenamos", los "no te duermas ahora por favor, que sino después nos dan las dos de la madrugada", los "deja a tu hermana que no le gusta que le hagas eso", el "a jugar, chicas, nada de dibujos ahora", el "¿Podéis esperar un segundo? ", " por favor, recoger la ropa" , "por favor ponerle comida a la coneja", "la perra quiere agua", “¡no os peleéis! (como si fuese a funcionar la frasecita para que no se peleasen)“, "poner la mesa... " y miles y miles y miles más.

Con solo una hija las peticiones eran la mitad, ahora es todo una lucha constante cuando lo único que quieres es meterte en la cama y hacerte bolita.
¿Y que me decís de la memoria? Creía que era imposible, pero juro que puede ir a peor. A veces incluso me quedo callada en medio de una frase, y ya no se lo que estaba diciendo o iba a decir... La cosa es grave, ¿verdad?
¿Y de los antojos? Veo un anuncio de patatas, y quiero esas patatas, veo a alguien comerse una tostada, y quiero una tostada, en redes sociales la gente hace croquetas, y quiero croquetas, y así con absolutamente todo en este planeta...
La suerte es que con dos no te da tiempo ni a engordar.
Pero de esto de los embarazos y la comida os hablaré otro día, que está siendo el centro de mi embarazo sin duda alguna.
¿Y vosotras os habéis atrevido con tres? ¿Cómo fue vuestra experiencia en vuestro embarazo? ¿Habéis tenido más de uno? ¿Cuál fue más duro?
Hijotada del día:
- Mamá, pónete para atrás y púbete la camiseta. Po este abujetito de tu badiguita voy a vé al bebé y a desile cotitas.
¡Hasta la próxima amiguitas!