Sobre...
La historia completa
Lo que nos explican sobre la maternidad no siempre es cierto. Parece que decir que no todo es perfecto te hace parecer no tan buena madre como se supone que deberías ser, así que intentamos aparentar que todo está perfecto, que esto es lo que llaman felicidad, y que ser madre es el paraíso, pero no es así. Cuando fui a mi primera clase postparto y me tocó hablar, me dirigí directamente a las que ya habían sido madres anteriormente, recuerdo que estaba muy indignada y les dije que la maternidad no era tan maravillosa como decían, que porque nadie me lo había explicado antes, que era difícil, que mis hormonas me hacían desvariar, la sensación de sueño era horrible, mis pezones estaban agrietados, mi ánimo era pésimo a ratos, y estaba totalmente desconectada de papadesquiciado. Por supuesto que habían buenas sensaciones y momentos irrepetibles y súper felices, pero no todo era así, y a mi nadie me había avisado. Recuerdo que una de esas mamás me dijo:
- Es que con el tiempo se te olvida lo malo, y queda lo bueno.
Yo me prometí no olvidar lo malo, pero sí reírme con el tiempo de ello. El aprendizaje es duro, y creo q nunca dejamos de sufrir, pero también de disfrutar.
Me dije a mi misma que yo no lo convertiría todo en una invención irreal rosa, con pajaritos cantando y felicidad completa, y que si alguien me preguntaba sería honesta y sincera, para lo bueno y para lo malo.
Y aquí estoy ahora, para compartir con vosotras los sinsabores de la maternidad, para descubrir las dos caras de la moneda, y para reírnos mucho de esos dramas que en algún momentos nos parecieron insalvables, pero ahora, por suerte, ya podemos tomárnoslo con humor.
Y a lo mejor, con suerte, podemos ayudar a alguna súper mamadesquiciada que ahora se encuentra sumergida en esos dramas que nosotras ya pasamos.
Espero que disfrutéis leyéndome igual que yo disfruto escribiendo para vosotras.
Porque a cada mamá le desquicia una cosa, ¡Viva las mamás desquiciadas!